Por Ana María Violante. Maestra de Reiki |
Reiki y su forma de aplicación en la hipertensión.
Generalidades de cómo actúa.
La energía Reiki actúa bajo determinadas formas en que es recibida por el paciente; tomando caminos específicos que la hacen de tanta efectividad.
En principio la energía vital es absorbida por el “niño interior” que la conduce hacia zonas bloqueadas y desarmonizadas de cualquier nivel.
El niño interior es el responsable de los recuerdos, sentimientos, el deseo de vivir y la capacidad de relacionarse con los demás.
La fuerza Reiki no podemos imponerla, no depende su llegada de la aceptación por la voluntad o creencias particulares. En general la misma es recepcionada por el niño interior, no obstante existen casos en que no es recibido en todo su caudal, ya sea a nivel físico, mental o átmico. En definitiva si el niño interior no considera beneficiosa la cura, se mostrará poco abierto a cooperar y recibirla. La confianza que tenga el niño interior en el terapeuta también es fundamental, debe sentirse cuidado, contenido y protegido.
Otros puntos importantes a considerar son que la energía Reiki estimula a la persona a que active sus funciones naturales a través de un aumento de la vitalidad llevándolo a ser más consciente sin intervenir directamente sino promoviendo el propio potencial interno para seguir evolucionando en la cura.
En cualquier dolencia será “necesario” que la persona complemente la energía Reiki con otros estímulos que provoquen la desintoxicación del organismo, purificación del cuerpo emocional y la estimulación del metabolismo. Para esto es importante tomar suficiente agua y realizar algún tipo de ejercicio físico.
Debemos saber que cuanto más profundos sean los traumas o conflictos psíquicos relacionados con la enfermedad, será de mayor necesidad la colaboración consciente del paciente en su cura, a través de una participación activa integrando lo reprimido, asumiendo las áreas rechazadas, focalizando la energía sanadora en el síntoma respetando sus necesidades y armonizándose con ellas. El paciente deberá, durante la sesión, concentrar su pensamiento en la región afectada, reflexionar sobre su dolencia con el deseo de colaborar concentrándose en su transformación. Integrando tres procesos. Primero será asumir la Verdad tomar conciencia de la situación. Amar el proceso, significa aceptarlo alineándose con su existencia y con la vida con la aspiración de armonizarse y conocer los recursos que todo ser humano posee entregándolos a la conciencia para que prevalezcan y promuevan la salud.
El cuerpo físico y el alma responden definitivamente más que a ninguna otra cosa al AMOR. La energía Reiki es amor que deberá estar complementada con nuestro propio amor nacido de nuestro ser y de la auto aceptación. Teniendo en cuenta la inteligencia de la célula que responde naturalmente a la energía amorosa y al cuidado, los órganos, tejidos o cuerpos sutiles enfermos estimulados por la corriente vital volverían a asumir sus funciones y a producir su propia energía, concertándose con la fuente misma de autocuración.
Para potenciar la eficacia de la energía vital es conveniente utilizar y aplicar simultáneamente otros métodos “complementarios” de curación como las gemas curativas, la aromaterapia, los masajes relajantes y en casos donde el componente psicológico es crónico y profundo el masaje metamórfico es de gran ayuda y da excelentes resultados.
Hipertensión y Reiki.
La subida -generalmente imprevista- de la presión sanguínea arterial tiene como causa la manifestación de los desórdenes orgánicos y emocionales.
Reiki puede colaborar en equilibrarla conjuntamente con un cambio y regularización de los hábitos de vida.
El tratamiento de primer nivel con imposición de manos con frecuencias diarias que actúen fundamentalmente como prevención. Las posiciones serán:
Zona cabeza:
1) la frente y tercer ojo
2) cuello y base del cráneo (por delante y por detrás).
3) a la altura del cuello (una mano por delante y otra por detrás).
Zona tronco:
4) plexo solar.
5) riñones; extremidades.
6) planta de los pies.
Tratamiento Reiki. Segundo grado.
Efectuar la curación mental utilizando los símbolos de sanación mental y de incrementar la energía imponiendo las manos sobre la cabeza conjuntamente con afirmaciones que ayudaría a reprogramarse y sintonizarse con la cura.
Tratamiento complementario de cambio de hábitos.
Hacer una vida ordenada en varios sentidos: con respecto al sueño, seguir el ritmo que marca la naturaleza comenzando el día a las siete u ocho de la mañana, volver al descanso a las 22 hs. – 23 hs. Tomar abundante agua para purificar el organismo y el cuerpo emocional. Realizar algún tipo de ejercicio que puede ser desde caminatas hasta ejercicios de yoga o tai-chi acordes a las posibilidades personales pero en general suaves y armonizadores.
Con respecto a la dieta, el ajo incluido en las comidas es muy beneficioso, como así también comer calabaza con frecuencia. Se recomienda tomar dos vasos diarios de col blanca.
Por supuesto se debe consultar siempre al médico y de ser necesario cuando no se detecten causas orgánicas directas y esté en juego algún trauma o conflicto emocional es aconsejable recurrir a un psicoterapeuta.
Lic. Ana M. Violante (M1031)
Psicologa – Reiki Master |
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